Es hora de que dejemos de menospreciar los sentimientos. De desvalorizarlos. Me harta que se venda el amor como algo difícil, como algo sin sentido. Ninguno de nosotros necesita consumir televisión ni ningún tipo de medio de comunicación para saber qué hacer. Somos seres humanos y como caracterísitica principal que nos distingue de los animales : podemos discernir qué hacer por nosotros mismos. Es entonces que me genera inquietud que miles de adolescentes se sientan colmadas de verdad absoluta minutos después de mirar un programa que proclama la belleza por sobre la inteligencia y como mensaje oculto desvaloriza cualquier sentimiento dibujando a la adolescencia como un tiempo en el que nada vale y todo se trata de seguir una tipología de vida determinada. Es tan difícil valorar la vida por lo lisa y llana que es ?, elegir en base a pensamientos propios?, elaborar una opinión de acuerdo a lo que uno aprende ?. Es común ya comprar la frase " el amor no vale ", no vale qué ?, la vida es para eso, para caer y darse la cara de frente y sin escrúpulos contra el cemento para levantarse y caminar a paso rápido, pero no dejar todo por la mitad. La caída es la señal de que las cosas no iban a su correcto tiempo o en la forma en la que corresponde, la caída indica que todo reinicia, que es hora de que el ciclo recomience . La eternidad no es vivir para siempre, la eternidad está en todos lados, la vida inicia una y otra vez de forma oculta, permitamosnos verla. Cuando no hay nada que hacer, es cuando más hay por descubrir. Caeré en una obviedad, "lo que cuesta vale". Y sí, lo que cuesta es lo que más satisfacción te da al lograrlo. Estamos cultivando una generación de desagradecidos, de suicidas. DE SUICIDAS? dirás, sí. De suicidas, porque el amor, el sentir, son el sentido de vivir, tan simple y tan complejo como eso y aquel que no quiera sentir, no valore lo que siente o menosprecie todo y se resigne, está muerto. Podrán tildarme de pesimista con lo que digo, yo prefiero autoproclamarme "realista tendenciosa". Tendenciosa?, sí, tendenciosa, manifiesto mi deseo al cambio porque quien se queja y no acompaña su verdad con el cambio no merece opinión. Tengo la esperanza de que mi generación tenga un cambio abrupto y abra los ojos, tengo las herramientas para cambiar en partes lo poco que a mí respecta. Tengo también el deseo de llegar a modificar masas también, no imponiendo mi visión, sino elaborando un código entre todos que creo que es el que más vale : el valorar los sentimientos y con eso, a la vida misma.
